jueves, 17 de diciembre de 2009

Sabor agridulce.

Tenía pendientes las crónicas de dos conciertos, así que voy a aprovechar para hacerlas juntas. Como pasa muchas veces, contrastan las buenas sensaciones con las no tan buenas.

Quiero empezar con la parte dulce: el concierto en Griegos. ¿Qué decir? Desde que llegamos al pueblo todo fue agradable. Ayuda en la descarga, el montaje, una cena cojonuda y, un durante y después del concierto genial.

El montaje no dejó nada que desear. El aporte de las luces, una currada. Y la gente simplemente espléndida. Un lleno, con un ambiente acogedor, donde se respiraban ganas de pasarlo bien y eso se nota desde el escenario. Una vez más: gracias a toda la gente de Griegos.


Desgraciadamente hay parte agria: el concierto con motivo del décimo aniversario de la plataforma Teruel Existe. Partimos de la base de que nuestra participación en el evento era de forma completamente solidaria y desinteresada. Entendemos que un acto de este tipo no dispone de recursos económicos como para pagar a todos los grupos que participaron. Pero desde nuestra humilde opinión, también entendemos que es irrespetuoso movilizar a tal cantidad de gente –recordemos que acudiendo de forma desinteresada- para terminar, como en nuestro caso, apenas rozando los veinticinco minutos de actuación, con prisas, agobios y una incomodidad continua durante ese tiempo. Contando el tiempo de carga de la furgoneta, descarga, montaje, prueba, desmontaje, carga y vuelta a descargar en el local, (no voy a extenderme más) esta duración nos parece RIDÍCULA. O como en el caso de Lurte, que habiendo venido desde Zaragoza adrede, y perdiendo otros posibles eventos, rozaron incluso la cancelación de su espectáculo –por cierto espectacular, valga la redundancia-.

Todo esto no escaparía a nuestro entendimiento de no ser, porque estos problemas con las duraciones de los espectáculos, fueron motivados por un “mal acuerdo” de la organización con la barra (que al final fueron los únicos que sacarían tajada de todo esto) en lo referente a la hora de comienzo de la discomóvil “insultante” hacia los ya mencionados grupos de escenario.

Moraleja: está visto que por lo único que se lucha por que cumpla los tiempos establecidos es por lo que se paga, es decir, la discomóvil. Así que tomamos nota para ocasiones venideras.

Tampoco quiero terminar sin agradecerle al ÚNICO representante de Teruel Existe que estuvo toda la noche y que incluso nos ayudó a desmontar todo el tinglado.

Bien o mal, una nueva página en nuestro cuaderno de bitácora particular.

¡Nos vemos en el siguiente!

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